La sapiencia no daba la pauta
para entender tu comportamiento,
lento,
inmovil como inanimada flauta
de melodias sin interprete.
Mi lexicón no era capaz
de codificar tus, a la vista,
insensatos actos de desgano,
solo odiosas deducciones
aparecían desde el negro inconciente.
Podría, inocentemente,
justificar aquel comportamiento
en el abrumado peso
que cargas en el día a día,
mas es impensable dicha justificación
rebatida por tu animosa relación
con aquellos que no son parte
de tus constante arrebatos de indiferencia.
Podría seguir describiendo estas, por sí mismas,
deductibles e intrigintes actitudes,
pero he de utilizar las falsas armonías de mis palabras,
en invitarte a salir de la desesperante figura
que tienes como mascareta,
y utilizar el brillo de tus ojos
en revivir aquello que estas matando.
(chito)
Viña del Mar, Primero de Febrero de 2008,
Cumpleaños de mi hermana menor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario