Hoy

la mañana estaba fría,
las calles húmedas
y llenas de lágrimas del mismo
ente superior que acompañaba
la tristeza de la escuadra tri color.

La noche anterior se fundió de consuelos
algunas explicaciones,
muchas caras vacilantes
carentes de sonrisas
y llenas del dolor
provocado por la derrota.

Fueron cuatro tiempos
y la ruleta futbolistica
donde los rostros brillaban
por el esfuerzo y se apagaban
cuando un grito de campeón
sonó en otras tierras,
en otras almas
y otros seres.

No es sólo perder,
no es sólo callar,
no es sólo abstracción
no es sólo falta de lo que te pertecía;
es fundirse en la dejación de no tener
consigo aquello que merecía ese piño
de amantes de una institución,
donde compartimos y formamos nuestras vidas
plenas al momentos de tener aquel signo de triunfo
que hemos dejado en otras manos.

(chito)